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INVENTORES.

Jerónimo de Ayanz Beaumont:
Modelos de barcas para sumergirse bajo el agua
Militar y político español, pionero de la máquina de vapor. Miembro de la vieja nobleza navarra, en 1597 fue nombrado administrador general de las minas españolas. Fue autor de 48 inventos, reunidos en un privilegio de 1606, con los que pretendía la mejora de tan importante sector para la economía española del momento. Entre ellos hay dos ingenios de vapor, destinados respectivamente a purificar el aire y bombear el agua dentro de las explotaciones mineras, lo que constituye la primera aplicación conocida del vapor a una actividad industrial, mucho antes que la patente del inglés Thomas Savery (1698). Ayanz también realizó varios originales diseños y prototipos de submarinos y equipos de buceo, algunos de los cuales fueron probados en el río Pisuerga, en Valladolid, ante la corte de Felipe III. Otro invento interesante fue un sifón extractor de agua mediante presión atmosférica, principio que no sería determinado hasta la segunda mitad del siglo por Guericke y Papin. Las restantes mejoras se referían a instrumentos de medida (pesos, fuerzas, brújulas), diversos equipamientos (hornos, molinos, bombas, presas), así como nuevos procedimientos para el beneficio de la plata o la recogida de información de yacimientos. Por otro lado, Ayanz tuvo una activa vida militar y política. Participó con heroísmo en varios combates (en Túnez, Flandes, Portugal, Azores, La Coruña), llegando a desmantelar una conjura francesa para asesinar en Lisboa a Felipe II. Ocupó asimismo los cargos de regidor de Murcia (1587) y gobernador de Martos (1595), lugares donde impulsó sectores económicos como las obras públicas y la ganadería. En 1599 elevó a Felipe III un memorial en el que mostraba los males del sector metalúrgico por cuestiones como la poca iniciativa privada, una mano de obra costosa, los impuestos excesivos, la legislación caótica y corrupta, la deficiente preparación de técnicos, las malas infraestructuras, los conocimientos anticuados o la incorrecta explotación de las minas. En 1608 abandonó el cargo y administró privadamente un nuevo yacimiento de oro cercano a El Escorial. En 1611 formó una empresa para reactivar las minas de plata de Guadalcanal (Sevilla), inundadas desde tiempos de Felipe II. Falleció en 1613.

Agustín de Betancourt y Molina, espía industrial:
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Nació en 1758 en Puerto de la Cruz (Tenerife), en el seno de la pequeña nobleza local, de ideas libreales e ilustradas. En 1784 se trasladó a Francia para ampliar estudios. Allí organizó un grupo de pensionados españoles encargado de investigar la ciencia, la ingeniería y la industria francesas. Desde 1788 trabajó en la recopilación de planos y construcción de modelos para la creación del Real Gabinete de Máquinas del Buen Retiro, del que acabaría siendo nombrado director. En 1788 Betancourt viajó brevemente a Inglaterra. Allí realizó discretas actuaciones de espionaje industrial, en busca de los últimos avances que Watt y Boulton habían efectuado en la máquina de vapor, en especial el regulador centrífugo que la convertía en una máquina de doble efecto, decisiva para su aplicación económica. En 1790 él mismo pudo fabricar para los Périer, unos constructores parisinos, las primeras máquinas de vapor de doble efecto del continente. En 1797 publicó un prototipo de telégrafo óptico junto al francés A. L. Breguet y tres años más tarde se iniciaba el tendido de una línea entre Madrid y Aranjuez. En 1801 era nombrado Inspector General de Caminos y Canales. En 1802 el Gabinete de Máquinas se incorporaba a la Escuela de Ingenieros, que Betancourt dirigió hasta 1807. Ese año presentó en Paris una esclusa de su invención con un sistema de “émbolo-buzo”. En 1808, al estallar la Guerra de Independencia, partió desde Francia definitivamente hasta Rusia. Al poco vio publicado su “Essai sur la composition des machines”. Allí, hasta 1822, llevó a cabo numerosas obras públicas, civiles y militares, especialmente en San Petersburgo, donde falleció el 1824.

Leonardo Torres Quevedo:
Sistema de globos fusiformes
Ingeniero y polifacético inventor español, nacido en Santa Cruz de Iguña (Santander). Estudió ingeniería de caminos en Madrid y Bilbao, siendo voluntario en la defensa de la capital vasca contra los carlistas (1873-1874). Graduado en 1876, ejerció brevemente su profesión en los ferrocarriles, antes de realizar un viaje por Europa a la vuelta del cual se dedicó en exclusiva a una variada actividad científica e inventora. A) Transbordadores aéreos. En 1885 construyó uno de estos aparatos para su casa en Molledo (Santander) y poco después otro en el cercano río León. En 1887 patentaba (pat. nº 7.348) un funicular de cables múltiples, tensados por la acción de contrapesos de un modo controlable y uniforme, tal que la rotura de algún cable no resultara peligrosa. Más tarde, en 1907, construyó en San Sebastián el funicular del Monte Ulía, primero en transportar personas. Otros modelos funcionaron en Francia y Brasil, destacando además el de las cataratas del Niágara, inaugurado en 1916 y aún operativo. De 1915 es la patente de un mecanismo de enganche y freno para estos aparatos (pat. nº 59.627). B) Computación y robótica. En 1893 presentó en Madrid una memoria sobre cómo resolver de modo mecánico ecuaciones algebraicas. Desde entonces, Torres Quevedo construyó varios aparatos analógicos de cálculo. En 1912 presentó el “Autómata-Ajedrecista”, una primera computadora de ajedrez con relés eléctricos, capaz de dar un tipo específico de mate y no dejarse engañar. Un segundo ejemplar fue construido en 1920. Ese mismo año presentaba en París su “Aritmómetro Electromecánico”, verdadera calculadora digital conectada a una máquina de escribir. Su Ensayo sobre Automática (1914) también resultó absolutamente pionero en cuestiones como la relación mente-máquina. C) Dirigibles. En 1902 publicaba en España y Francia su innovador proyecto de globo dirigible. Con armazón semirrígido, superaba los defectos de estas aeronaves tanto de estructura rígida (tipo Zeppelin) como flexible, posibilitando a los dirigibles volar con más estabilidad, emplear motores pesados y cargar gran número de pasajeros. En 1905, ayudado por el capitán A. Kindelán, construyó el “España” en instalaciones militares de Guadalajara. Al año siguiente lo registraba (pat. nº 38.692) sin despertar interés oficial. En 1909 volvió a registrar otro aparato perfeccionado (pat. nº 44.956) y se lo ofreció a la firma francesa Astra, que en 1911 comenzó a fabricarlo en serie, llegando a ser muy utilizado en la Gran Guerra por los ejércitos aliados. De 1914 y 1919 son otras dos patentes sobre estas aeronaves (pats. nº 57.622 y nº 70.626). En 1918, no obstante, había fracasado por cuestiones económicas la fabricación, junto al ingeniero militar E. Herrera, de un gran dirigible transatlántico (el “Hispania”). D) Control remoto. Con el fin de probar sus globos sin recurrir a personas, en 1903 patentaba el aparato de radiodirección sin cables denominado “Telekino” (pats. nº 31.918 y nº 33.041), que luego fue puesto en práctica en un pequeño bote en el puerto de Bilbao (1906). Posteriores intentos de llevarlo a la balística fallaron por razones financieras. Entre 1900 y 1923 Torres Quevedo también logró otras patentes para diversos objetos, como un sistema mecánico de señalización en poblaciones (pat. nº 27.042), un tipo de latón para cartuchos (pat. nº 29.066), un buque-campamento (pat. nº 56.139), una embarcación denominada “Binave” (pat. nº 63.383), un sistema de enclavamiento para trenes (pat. 66.560), varias mejoras en máquinas de escribir (pats. nº 80.121, nº 82.369, nº 86.155 y nº 87.428), y también material pedagógico como un procedimiento de paginación, un puntero proyectable y un proyector de diapositivas (pat. nº 99.176 y sig., nº 116.770 y nº 117.853). En 1901 era nombrado director del Laboratorio de Mecánica Aplicada e ingresaba en la Academia de Ciencias de Madrid, de la que sería su presidente en 1928. Murió en Madrid en 1936.


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