LA FREGONA
A principios de 1950, el aragonés Javier Jalón Corominas registró la fregona en España e inició la producción industrial de este artículo tan útil y común en todos los hogares españoles.
Como ha indicado este inventor en numerosas ocasiones, la idea de la fregona se le ocurrió tras un viaje a los Estados Unidos donde vio cómo se usaban en algunos sitios un artículo similar al de la fregona actual que podría ayudar en la fastidiosa tarea diaria de las mujeres españolas al fregar los suelos.
La fregona usada en el extranjero era similar a la comercializada por el Sr Jalón Corominas, aunque éste la simplificara e hiciera más util y, sobre todo, a un precio asequible para todas las amas de casa de la época.
En la imagen de la derecha se puede ver la fregona inicial, la patentada por Thomas Stewart, de Kalamazoo, Michigan, medio siglo antes, en 1893. Otros modelos posteriores la irían adaptando hasta hacerla más útil en las casas americanas.
La diferencia principal de la fregona de 1893 con la patentada por Corominas en 1950 radica en que la del español es redonda y se escurre por presión ejercida al rotar la fregona, mientras que la de Stewart era plana, con las tiras sujetas a una regla o banda y se escurría por presión ejercida sobre estas tiras por dos barras paralelas, con ayuda de una palanca.
La del español Jalón Corominas es por tanto una adaptación, o mejora substancial, de un producto ya usado en el mundo por más de medio siglo y que alivió enormemente la tediosa faena de fregar a todos los hogares españoles.
EL FUTBOLIN
Futbolín: también conocido como el Futbolas. Su inventor, Alejandro Finisterre, un gallego que emigró a México se le ocurrió poner unas pinzas de las de colgar sobre un palo.. El éxito fue inmediato. Hay que dejar claro que el futbolín español es el que exhibe a jugadores hechos de metal y con dos piernas. Es diferente del Subbuteo y del otro futbolín, el de jugadores ‘bolo’ de una sola pierna (inventado a finales del siglo XIX). La siguiente imagen os mostrara el rostro del creador de este invento de ocio.
El Submarino de Isaac Peral.
La idea de navegar bajo el agua ha estado con la humanidad desde la antigüedad. En 1573 un inglés, William Bourne, realizó un diseño de un barco para navegación submarina que nunca llegó a probarse. En 1620 el holandés Cornelius Van Drebbel construyó en madera un submarino que hizo varios viajes sumergido por el Támesis londinense.
Con posterioridad hubo varios otros intentos, con mayor o menor fortuna, como el Nautilus de Fulton para Napoleón a principios del siglo XIX. Los submarinos también se utilizaron en la guerra civil americana a mediados del siglo XIX, pero es en la segunda mitad de ese siglo cuando se dan avances importantes en la construcción de submarinos torpederos con energía motriz propia. Hasta finales del siglo XIX la propulsión procedía bien de motores a vapor o de baterías eléctricas con poca capacidad. El Ictineo II de Monturiol significó, en 1864, un avance en la propulsión a vapor al realizar la combustión con otros componentes distintos al carbón.
En 1888 el submarino de Peral hizo tres pruebas con éxito, pero se le retiró el apoyo oficial para continuar con el proyecto argumentando la poca autonomía de navegación del submarino, que Peral prometía en 66 horas. Tras un intento de separarle del proyecto, aduciendo que Peral no tenía el título de Ingeniero Naval, el submarino fue finalmente desmantelado y almacenado.
Por esa época, también en 1888, el submarino francés Gymnote hizo 2000 inmersiones con éxito, pero igualmente se le negó más apoyo oficial por parte del gobierno francés por las mismas razones de autonomía. En 1896, el inventor irlandés trabajando en América, John Phillip Holland, diseñó un submarino que utilizaba propulsión diesel en superficie y baterías eléctricas en inmersión, logrando así aumentar significativamente la autonomía de los submarinos. Este diseño de submarino fue el que sirvió como prototipo para los que se fabricarían en el futuro, al menos hasta la llegada de los submarinos nucleares en 1960.
LAS BOTAS DE FÚTBOL.
Francisco Ortiz quiere mejorar el que es su favorito, el fútbol, conuna bota que evite los fallos ante la portería contraria.Ortiz considera que la curva en la cara interior de las botas actuales es la culpable de la mayoría de los tiros desviados, por eso ha inventado una bota plana en su cara interior, que a su juicio facilita que el delantero dirija el balón a puerta."No se ha dado cuenta nadie desde que existe el fútbol de que una bota con curva no asienta bien. Las raquetas y las palas de ping-pong, por ejemplo, son planas", explicó Ortiz a Radiogaceta de los Deportes (RNE).Este malagueño detalló, como muestra, que la curva del interior de las botas es causa de la mayoría de los fallos en los lanzamientos desde el punto de penalti. "Muchas veces se les va y no se dan ni cuenta", explicó.Nadie se había dado cuenta hasta la fecha, porque todo el calzado tiene dicha curva en el interior del pie. Pero el ingenio de Ortiz ha sido ya avalado por un catedrático de la Universidad de Málaga."El catedrático de Física don José Molinillo vio la bota y dijo: 'genial, nadie se ha dado cuenta hasta ahora que esto mejoraría el juego del fútbol'", le dijo al inventor. "Este catedrático me ha exlpicado la parte técnica de la bota. Un tenista con una raqueta curva no tendría control de la bola. La superficie tiene que ser plana si se quiere dar mejor la dirección a la pelota", añadió Ortiz, quien está dispuesto a que un futbolista de Primera División pruebe su invento.No es la primera vez que el malagueño patenta uno de sus ingenios para el mundo del fútbol. En países como Argentina ya se ha usado un espray para marcar el punto exacto de los lanzamientos de falta y evitar la 'picaresca' de los delanteros, aunque también se puede usar para situar correctamente la barrera."Sé que la gente se lo puede tomar a broma, porque algo nuevo siempre tiene sus detractores, pero yo paso de todo eso. También ha salido gente en Argentina diciendo que el espray es un invento suyo, y ya lo están usando en tres países oficialmente, lo que pasa es que ahí no me cubren la patente", declaró a RNE.Por el momento, es solo un invento y no cubre aún el pie de ningún futbolista, pero en el futuro todo está por ver.
EL CHUPACHUPS.Innovación sencilla donde las haya: un palo hincado en un caramelo. Pero el chupachups supuso una revolución en el mundo de estas golosinas que, dicen, provocan sonrisas (aunque, a veces, desdentadas). Con el palito, los niños podían comerse el caramelo con menor riesgo de atragantarse o de mancharse, por la costumbre de los tiernos infantes de sacarse el caramelito de la boca y ponerse perdidos y pringosos. Aquel personaje de la televisión norteamericana, llamado Kojak (encarnado por el actor Telly Savalas), popularizó universalmente el chupachups, que llegó incluso a consumirse en el consejo supremo del partido comunista chino. ¿Se imagina usted a esos impenetrables ancianos de ojos rasgados con un chupachups en la boca? Corrían los años cincuenta y España empezaba a recuperarse del desastre de la Guerra Civil. En este marco, Enric Bernat, un empresario con visión y ambición, que provenía de una stirpe de confiteros cuyo abuelo fue el primero en fabricar caramelos en España, tuvo la idea feliz de ponerle el palito al caramelo. La primera de estas golosinas, con palo de madera, apareció en 1958, y se comercializó al precio de una peseta, lo que no era especialmente barato. La sociedad se denominó inicialmente Granja Asturias, S.A.; aunque
pronto –en 1964–, y visto ya el éxito del producto, cambió a su nombre actual: Chupa Chups, S.A.La difusión mundial del chupachups comenzó enseguida. En los años setenta se comercializaba en países como Estados Unidos, la Unión Soviética, Japón, Alemania, Méjico o Australia. Hoy día, sus ventas llegan a ciento setenta países, es decir, prácticamente a todo el mundo. La facturación de Chupa Chups, S.A. superó en 2002 los quinientos millones de euros, y en sus fábricas trabajan dos mil personas.
Aunque el tabaco es una planta originaría de America, y también lo es el modo básico de liar sus hojas en forma de “canutos”, o cigarros puros, el cigarrillo es un invento genuinamente español. Se debe a los mendigos de la ciudad de Sevilla, que en el siglo XVI empezaron a aprovechar los desperdicios del tabaco y a liarlos en finas hojas de papel de arroz. Pero no fue hasta 1825 cuando los cigarrillos empezaron a ser empaquetados y comercializados.
Las primeras cajetillas manufacturadas iniciaron su venta en 1833, de la que data también el nombre de “cigarrillo”. La primera cajetilla comercial, de veinticinco unidades, tenía por nombre “Cigarrillos Superiores”. A partir de 1887, la venta de este producto estuvo monopolizada por la Compañía Arrendataria de Tabacos, antepasado de la famosa Tabacalera, ahora convertida en el grupo Altadis.
Las primeras cajetillas manufacturadas iniciaron su venta en 1833, de la que data también el nombre de “cigarrillo”. La primera cajetilla comercial, de veinticinco unidades, tenía por nombre “Cigarrillos Superiores”. A partir de 1887, la venta de este producto estuvo monopolizada por la Compañía Arrendataria de Tabacos, antepasado de la famosa Tabacalera, ahora convertida en el grupo Altadis.
LA GRAPADORA.
La grapadora, En 1914 se fundó en Éibar (Guipúzcoa) una sociedad denominada “El Casco” , cuya inicial actividad se centró en la producción de revólveres, destinados principalmente a la exportación. A partir de 1929, la crisis económica mundial obligó a “El Casco” a reconvertirse, lo que hizo que, a mediados de los años treinta, sus socios fundadores lanzaran al mercado la grapadora, diseñada por ellos mismos (Juan Solozábal y Juan Olive). Se convirtió en el modelo más utilizado de grapadora de sobremesa en la segunda mitad del siglo XX.
EL COMPUTADOR CUANTICO.
Esta máquina que aún no existe, pero que lo revolucionará todo. Se trata del computador cuántico, uno de cuyos padres es Ignacio Cirac, un catalán formado en Madrid. Ha desarrollado un sistema de computación basado en mecánica cuántica que se espera permitirá diseñar algoritmos informáticos mucho más rápidos en el futuro. Cabe esperar que gracias a su labor, en el futuro las comunicaciones sean mucho más eficientes y seguras. De momento, ya ha logrado efectuar cálculos imposibles con los sistemas actuales de procesamiento y transmisión de la información.
También se atribuyen a la inventiva español los siguientes: la calculadora digital, el botijo, el galeón, el autogiro, la navaja, la grapadora, el porrón, el afilalápices, el congelador solar portátil, la amnestesia epidural, la guitarra, el botellón, kalimotxo, tortilla de patatas, la siesta, el pincho (De chorizo, tortilla, morcilla, gelatina, sopa, mientras sea comida, todo vale), y hasta las gafas de visión de rayos X que permiten ver a las mujeres sin ropa entre otros muchos. Bueno, algunos cambiaron nuestra vida y otros… nos la hicieron, simplemente, más fácil.
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